jueves, 18 de noviembre de 2010




CAPÍTULO 2: futurista

Aquella tarde había estado reflexionando seriamente acerca de lo que había pasado en el colegio por la mañana. El incidente con el tal Sergio me había dejado completamente descolocada. No tenía ni idea de por qué me había pedido a mi salir. ¿Salir?, dijo ir a dar una vuelta por la tarde... pero claro, detrás de esto había puesto la palabra "quedar", ¿ y eso que significaba,salir por salir como amigos o salir de salir en serio?
Quizás había sido demasiado exagerada con mi reacción, pero no podía soportar la mirada asesina de Sandra y la personalidad extremadamente borde de Sergio tipo " me da igual todo, soy un insensible nato"

Que cacao mental me formaba cada vez que me ponía a analizar las cosas profundamente.Me senté en la silla del escritorio de madera donde hacía los deberes.Miré en el cajón donde guardaba habitualmente el ordenador, pero no estaba allí. Decidí no ir a buscarlo al salón ( seguramente lo habría dejado allí), ya que estaba bastante cansada y no me apetecía levantarme e ir a buscarlo.

La maldita frase se retorcía en mi cabeza "...podíamos quedar hoy por la tarde para dar una vuelta". Pero haber, no era Sandra casi su novia... ¿Por qué querría quedar o dar una vuelta con una chica, si se me puede llamar chica, como yo? Y lo peor, mañana era martes, y por lo tanto había clase. Me imaginaba como me mirarían todos y ya me ponía mala...

- Pfff, y ahora ¿cómo me voy a librar de esto?, en fin, ya se me ocurrirá algo...supongo...-dije en voz baja mientras apoyaba mi cabeza sobre el escritorio de madera.

DING DONG

Esperé a que mi madre abriera la puerta, entonces me dí cuenta de que había ido de compras con unas compañeras de trabajo.¡Qué mala suerte!, ahora tenía que levantarme a abrir la puerta..., bueno, de paso cogería el portátil y así no haría más viajecitos.Caminé hasta la cocina y eché una ojeada a través de la cristalera de la puerta del salón, allí estaba el magnífico ordenador que me había comprado con mis ahorros. Me había quedado casi en la ruina, pero no me apetecía tener que ir hasta la habitación de mis padres cada vez que quisiera usar internet en el ordenador viejo, y por supuesto me negaba a que llevaran el cacharro aquel para instalarlo en mi habitación porque no me gustaría que mis padres entraran en ella cada vez que les diera la gana.

Miré por la ventana y rápidamente reconocí la esbelta figura de Ángela, revoloteando de aquí para allá por el jardín de mi casa.Corrí hacia el recibidor y abrí la puerta.

-¡Ángela!, hola, estoy aquí.

- Ah, Rose, tienes un estupendo jardín. Nada, es que como tardabas tanto pues...- dijo mientras olía una de las rosas del jardín.- ¿Que pasa, no estarías mirando por la ventana de la cocina a ver si era alguien conocido, no?

Me había pillado, y es que mi madre cada vez que salía me decía que no le abriera a nadie, pero claro, para mí mejor mirar por la ventana a ver quién es y si lo conoces le abres...

- No, que va. Pfff.- intenté mentir lo más convincentemente posible.- que cosas se te ocurren Ángela,vamos tía, que no tengo cinco años.

- Bueno, lo que tu digas.- dijo. Me había dado cuenta de que mi treta no había servido para nada.

Subió los escalerones formalmente y entró en casa. Le dije que fuera a mi habitación, que tenía que coger una cosa. Pero nada más entrar en mi cuarto el terror se instaló en él, y Ángela comenzo a preguntar y a ponerse histérica.

- Ahhh, Rose, viste a Sergio, y tú,y Sergio y lo que pasó esta mañana.- comenzó a explicar incoherentemente.- y Sergio, y tú y el no y eso...

-Si, cómo no lo iba a ver, yo estaba metida en el fandango.- dije mientras posaba el ordenador sobre el escritorio.

- No ya, pero tú también, y Sandra te miraba...- Ángela hacía extraños gestos con las manos mientras soltaba su charla, llena de frases incompletas.-parecía que ella fuera el gato y tú el ratón, si pudiera te decapitaba, en serio...nunca la vi tan furiosa.

- ¿Y que quieres que haga?.-le pregunté

- ¿Qué?¿pero tu estás mal no? Osea.- cruzó las piernas y comenzó otra vez a hacer gestos con las manos.- Vamos a analizar la situación.

Cada vez que Ángela decía la palabra osea y se cruzaba de piernas quería decir que iba a dar una explicación alucinante que acabaría con otra frase que yo bien conocía.

- A ver, Rose, mira la situación así: eres una chica extraña, a la que murió su mejor amiga en un pasado cercano y en extrañas circunstancias, estás sola, sin novio y muy triste, de repente llega al colegio un chico nuevo,es misterioso, inteligente y ...¡está bueno!, es que casi es una telenovela

- Ahh, claro, ya se a donde quieres llegar.- le dije, aunque no tuviera ni la más remota idea de lo que se estaba cociendo en su cabeza.

- Bueno, pues entonces ¿que vas a hacer?.- preguntó.

- Pues nada, no voy a hacer nada de nada.- respondí aún sabiendo que no era una respuesta válida en el cerebro de Ángela.

-¡Pero cómo que no vas a hacer nada! ¿Tú estás majara o qué?.-dijo mientras hacía círculos con el dedo cerca de su cabeza.- míralo desde un punto de vista fururista.

- Oye, sin insultar.- le reproché.- además, lista, cómo lo ves tú desde un punto de vista futurista?

- Que sepas, Rose, que me gusta mucho ese chico, así que lucharía por ser su novia y sería capaz de matar a las contrincantes.- dijo muy seria.- pero, si tú quisieras, podrías ser su novia Rose, te lo ha pedido.

- Eso es imposible, por dios.- visualicé la imagen, yo y Sergio morreándonos, pfff, la imagen no era potable, me venían arcadas solo de pensarlo.- Me pregunto si se lavará los dientes con cierta regularidad.

-¿Qué?.-gritó Ángela.

Me di cuenta de que había dicho eso en voz alta y me tapé la boca inmediatamente con la mano. Ángela se puso muy seria y puso cara de ser mi madre.

-Rose, fingiré que no he oído eso.

- De acuerdo.- dije mientras notaba que me comenzaba a ruborizar.

- A ver, Rose, yo solo digo, que si quieres darle la oportunidad lo hagas.- Ángela parecía no darse cuenta de que el chico no me gustaba, por lo menos físicamente.- podrías en un futuro, incluso salir con él, así de paso, la tontita de Sandra aprendería que en este centro hay chicas más guays que ella.Es un plan perfecto, y si no te gusta pasas de él y ya está.- Estuvo un tiempo callada y seria, luego me miró, puso cara rara y dijo.- ¿ No lo ves?

Esa era la frase con la que Ángela acababa sus charlas.

- Es que...lo que no veo claro es mi futuro...

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